Hellman & Associates

A Single Second – Spanish

Se necesita sólo un minuto para escribir una regla de seguridad.
Se necesita una hora llevar a cabo una junta de seguridad.
Se necesita una semana planear un buen programa de seguridad.
Se necesita un mes implementar dicho programa.
Se necesita un año ganar un premio a la seguridad.
Se necesita una vida preparar a un trabajador seguro.
Pero sólo se necesita un segundo para destruirlo todo, con un incidente.

¿CUÁNTO VALE UN SEGUNDO PARA USTED Y SU FAMILIA?

Una actitud positiva

Por instinto, la gente busca evitar el dolor y la muerte. Sin embargo, podemos comportarnos de maneras que amenazan nuestro bienestar. Esto sucede por un par de motivos. El primero es la falta de conocimiento; lo que usted no sabe, puede lastimarlo. El segundo motivo por el que podemos actuar de forma arriesgada es la actitud. Ahora es un buen momento para un poco de autoanálisis. ¿Cuál es su actitud hacia la seguridad?

Cuando les preguntan, algunos pueden decir que apoyan totalmente un lugar de trabajo seguro. Otros pueden quejarse de cualquier esfuerzo de seguridad que se realice. La diferencia entre los dos es la actitud. Su actitud afecta casi todo lo que hace y cómo lo hace.

¿Ha notado que las personas que tienen éxito en la vida, o que simplemente son felices, tienden a tener una actitud positiva? Lo mismo pasa con la seguridad. Véalo de esta manera . . . las reglas y procedimientos de seguridad se escribieron para protegerlo contra daños. No están escritos para hacer de su vida labora algo más incómodo o inconveniente. Después de todo, el equipo y capacitación de seguridad le cuestan a su empleador dinero extra.

Si realiza su trabajo de forma segura, no sólo hay menos probabilidades de que se lastime, también dejará de haber una lucha con el jefe que sólo trata de hacer su trabajo al vigilar el cumplimiento de las reglas de seguridad. Además, debe sentir más confianza en el trabajo al saber que tiene una mayor probabilidad de terminar el día sin lesiones. Menos miedo a las lesiones y no tener al jefe encima tiene que alegrarle el día.

Su familia lo necesita, su empleador lo necesita; ¡trabaje sin arriesgarse!